
Ruth López fue detenida el 18 de mayo de 2025, en un operativo que la organización sin fines de lucro, Cristosal, dedicada a la defensa de los derechos humanos, denunció como irregular, señalando que se realizó sin orden judicial, con engaños de la Policía Nacional Civil, lo que denota un patrón de abuso de poder.
La detención se llevó a cabo luego de que la Fiscalía salvadoreña, bajo la evidente influencia del Gobierno de Nayib Bukele, acusara de corrupción a la destacada jefa de la Unidad Anticorrupción y Justicia de Cristosal, por su supuesta participación “en la sustracción de fondos de las arcas del Estado” en el momento en que se desempeñaba como asistente del exfuncionario Eugenio Chicas.
Desde su detención, Ruth López, con firmeza y convicción, se ha declarado públicamente como una perseguida y «presa política», enfatizando su inocencia frente a las acusaciones de enriquecimiento ilícito que reemplazaron el cargo original de peculado. La acusada ha denunciado que detrás de este proceso judicial fabricado, existe una clara y premeditada intención de silenciar su voz, una voz crítica y valiente que ha expuesto la corrupción y defendido los derechos humanos en un contexto cada vez más restrictivo.