
Esta iniciativa es un llamado a la acción colectiva, a la construcción de alianzas y a la defensa activa de nuestros ecosistemas, con el propósito de garantizar un desarrollo verdaderamente sustentable y soberano para todas las generaciones.
Los ríos Paraná y Paraguay forman el corredor de humedales de agua dulce más extenso del planeta, un ecosistema invaluable para la biodiversidad, las culturas y las economías locales. Sin embargo, el modelo de la Hidrovía Paraná-Paraguay amenaza su salud y pone en riesgo la soberanía regional y el bienestar de las comunidades.
«Remar Contracorriente por el Agua y la Vida» busca visibilizar estos peligros y defender nuestros ríos, inspirada por la histórica remada de dos pescadores artesanales en 1996. En marzo, Luis “Cosita” Romero y otros referentes ambientales remarán nuevamente desde Formosa hasta Santa Fe, parando en distintas ciudades para difundir la problemática.
El dragado y la privatización de la hidrovía no solo afectan el medio ambiente, sino que también amenazan el acceso al agua potable, profundizan desigualdades y permiten la extranjerización de nuestros recursos. Además, hay graves riesgos sociales y económicos, especialmente para las comunidades costeras y los pueblos originarios.

Desde el pasado 2 de febrero Día Mundial de los Humedales, hasta el 22 de marzo Día Mundial del Agua, se organizarán actividades para proteger nuestros ríos, restaurar los humedales y garantizar una gestión soberana y participativa de las cuencas.
El río Paraná, uno de los sistemas hídricos más importantes de América Latina, es fuente de vida, cultura y economía para millones de personas, conecta territorios, sustenta ecosistemas únicos y es vital para las comunidades que habitan sus márgenes.
El pliego de licitación recientemente presentado no sólo privatiza su gestión convirtiéndolo en una hidrovía al servicio de intereses privados, sino que propone profundizar su dragado a 44 pies, facilitando el ingreso de buques de ultramar. Esta decisión representa un crimen ambiental, una pérdida de soberanía sobre nuestros recursos naturales y un riesgo inminente para las comunidades y ecosistemas que dependen de este río. Y es rechazado por:
Privatización del río Paraná: La entrega de su gestión a intereses privados y extranjeros renuncia a la responsabilidad del Estado sobre un recurso estratégico y pone en riesgo la soberanía de nuestro país. El control sobre lo que se transporta y sucede en el río, queda a manos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense, decisión inaceptable cuando nuestro país puede hacerlo con sus propias fuerzas.
Dragado profundo a 44 pies: Esta acción alterará irreversiblemente el equilibrio ecológico del Paraná, destruyendo humedales, aumentando la sedimentación y perjudicando la calidad del agua.
Impacto en las comunidades: Miles de personas que dependen del río para pesca, agricultura, turismo y agua potable verán comprometido su bienestar y su derecho a un ambiente sano.

Y se exige la anulación inmediata del pliego de licitación; gestión pública, soberana y participativa del río Paraná, priorizando los intereses de las comunidades locales y la conservación ambiental; evaluaciones ambientales estratégicas y acumulativas independientes antes de cualquier intervención; protección efectiva de las comunidades, culturas, humedales y ecosistemas asociados al río Paraná; y adherimos también a todas las iniciativas que vienen, de manera organizada y valiente, defendiendo nuestros ríos y territorios; sabemos que la situación que hoy enfrentamos requiere de la unidad de todos y todas.
Para sumarte y unirte a la defensa del Paraná y nuestros bienes comunes podés firmar la petición, organizar actividades y completá el formulario para sumar a tu organización acá: https://linktr.ee/remarcontracorriente