
El conflicto por el desfinanciamiento de las universidades públicas continúa intensificándose. Hoy, los gremios docentes universitarios convocaron a un paro nacional de 24 horas, que se repetirá el lunes y martes próximos, en rechazo al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Esta medida de fuerza se suma a la ocupación de facultades y rectorados que llevan adelante los estudiantes en todo el país, junto a clases públicas y cortes de calle en defensa de la educación pública.
Las protestas, que han alcanzado más de 100 facultades en toda Argentina, se enmarcan en una ola de movilización creciente contra las políticas del gobierno, que intenta desacreditar los reclamos con el anuncio de auditorías a las universidades nacionales. La Sindicatura General de la Nación (SIGEN), bajo la dirección de Miguel Blanco, supervisará el relevamiento de las universidades, lo que podría extenderse entre uno y dos meses, según anunció Blanco.
A pesar de la presión de los gremios y estudiantes, Blanco señaló que 27 universidades han accedido voluntariamente a ser auditadas. El objetivo del gobierno es evaluar el uso de los fondos universitarios, en lo que describió como una «auditoría de controles y transacciones reales».
Mientras tanto, las movilizaciones continúan creciendo. Ayer por la noche, una marcha de velas entre Plaza Houssay y el Palacio Pizzurno en Buenos Aires dio inicio a las jornadas de protesta. La comunidad universitaria no solo exige la defensa de la educación pública, sino también mayores recursos para poder sostener el funcionamiento de las universidades, en un contexto en el que la discusión por el presupuesto educativo se ha convertido en una de las principales tensiones políticas del país.
Se espera que el conflicto continúe en aumento, con nuevas medidas de fuerza en las próximas semanas, mientras que las auditorías del gobierno podrían tensar aún más la relación entre los sectores educativos y el Ejecutivo.