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Organismos de derechos humanos y feministas denuncian la grave situación de la familia Villalba, víctimas de represión en Paraguay y bajo presión en Argentina tras el giro político del gobierno.

Organismos de derechos humanos y colectivos feministas alzan sus voces en defensa de la familia Villalba, quienes desde hace años enfrentan una dura persecución por parte del gobierno de Paraguay. En un contexto regional cada vez más preocupante para las garantías democráticas, la familia, compuesta por Mariana, Myriam, Rosa, Tania, José y doce niños y adolescentes, ha sido víctima de violencia de Estado, estigmatización y privación de su libertad.

Recientemente, un violento allanamiento ejecutado en Argentina a pedido de Paraguay terminó con la detención momentánea de algunos de sus integrantes, quienes se habían refugiado en el país buscando protección. Este hecho se suma a una larga lista de violaciones a los derechos humanos que ha sufrido esta familia, incluyendo el asesinato de dos niñas argentinas a manos del ejército paraguayo y la desaparición de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, más conocida como Lichita, de quien no se tienen noticias desde hace tiempo.

El caso ha alcanzado una nueva dimensión tras la reciente decisión del gobierno de Argentina, bajo la presidencia de Javier Milei, de modificar las normativas de la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE), lo que anuló el refugio político que la familia Villalba había conseguido previamente. Esta determinación, calificada como «arbitraria» por los organismos de derechos humanos, está siendo apelada judicialmente. Sin embargo, la comunidad internacional insiste en que esta situación evidencia la necesidad de redoblar los esfuerzos solidarios para proteger a esta familia, amenazada constantemente por las autoridades paraguayas.

La Asamblea Feminista del Abya Yala y múltiples colectivos que participaron del 37º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, han reiterado su solidaridad con los Villalba, recordando las tragedias que han sufrido: el asesinato de las niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, ambas de 11 años, y la desaparición de Lichita. En particular, denuncian la detención arbitraria de Laura Villalba, madre de una de las niñas asesinadas, quien fue condenada a 31 años de cárcel en un proceso judicial plagado de irregularidades.

A esta persecución también se suma la reciente detención de Tania Villalba, sobreviviente del operativo militar que acabó con la vida de las niñas, y de Myriam Villalba, madre y tía de las víctimas, quien también está siendo hostigada por su activismo. Para los organismos de derechos humanos, no es coincidencia que las autoridades paraguayas busquen silenciar a las personas que pueden testificar sobre los crímenes cometidos por el Estado.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas y otros organismos internacionales han expresado su preocupación por la falta de justicia en Paraguay, pero las acciones concretas para garantizar la seguridad de la familia Villalba siguen siendo insuficientes. En este marco, se reclama con urgencia la intervención de la comunidad internacional para asegurar la libertad y el bienestar de todo el grupo familiar.

Reclamos urgentes:

  • Justicia para Lilian Mariana y María Carmen, las niñas asesinadas por el ejército paraguayo.
  • Aparición con vida de Lichita, desaparecida desde el 2020.
  • Libertad para Laura y Carmen Villalba, detenidas arbitrariamente.
  • Fin de la persecución, estigmatización mediática y criminalización de la familia Villalba.

La situación de la familia Villalba pone de manifiesto la grave violación de derechos humanos en Paraguay, y plantea serias preguntas sobre el rol de los gobiernos que, en lugar de proteger a quienes huyen de la represión, colaboran con las políticas persecutorias. Es imperativo que las autoridades competentes actúen con celeridad y justicia para poner fin a este calvario.

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